La
educación ateniense atendía tanto al cultivo del cuerpo como de la
mente. Los atenienses pusieron el énfasis en el desarrollo de la razón y
del sentido crítico, que ejercitaban en la vida pública y en las
manifestaciones culturales.
El Estado era el regulador de la educación, pero ésta no fue nunca monopolio del Estado; así:
1. Se respetaba la obligación cívica y moral de los padres a educar a sus hijos.
2. Se garantizaba la libertad de la enseñanza.
Ya el comediógrafo Aristófanes, en su obra Nubes, testimonia la existencia de escuelas y critica la educación que imparten.
Los niños atenienses acudían a la escuela a los siete años. El proceso Educativo a seguir era:
1. Iniciándose en primer lugar en las humanidades.
2. Después en los deportes entre los 12 y los 14 años.
3. A
los 18 eran declarados efebos, siendo desde ese momento el Estado quien
se ocupaba de su educación militar, política y administrativa durante
tres años.
4. A los 21 eran declarados ciudadanos de pleno derecho.
La democracia ateniense sólo implicaba a los ciudadanos en las tareas de gobierno y en la elaboración de las leyes.
La
elección de cargos públicos se realizaba por sorteo, remunerando a
aquellos ciudadanos que no tenían posibles suficientes para dedicarse en
exclusiva a la política.
Ello
supone una educación cívica que en la mayoría de los casos, se limitaba
a proporcionar el conocimiento de las disposiciones del Estado y se
formaba en la obediencia a las mismas.
De esta manera se impedía que los poderosos coparan los cargos más importantes.
Los Sofistas Como Educadores.
En
el siglo V a.C., y sobre todo en su segunda mitad, el habitante de
Grecia (y específicamente de Atenas) es un ciudadano, un hombre de la
pólis o ciudad-estado, que participa de su gobierno -a través de sus
diversas instituciones, y se interesa por la cosa pública, la republica,
la vida política o de la pólis.
La
filosofía como el saber -que va haciéndose- acerca del mundo, del
hombre, del conocimiento y del obrar humanos, interroga, cuestiona, pide
razones, causas, y quiere convertirse en un saber normativo, en la
norma que comienza siendo una medida de armonía, proporción y equilibrio
.
En
ese contexto se dará la formación del político, del hombre público, del
futuro gobernante, educación que estará a cargo de los sofistas,
quienes despliegan su actividad en la segunda parte del siglo V.
El
hombre griego ya no se encuentra ante la preocupación por el desarrollo
del cuerpo, o ante el cultivo de una conducta adecuada, sino ante el
interés por la vida del espíritu como razón especulativa y el discurso
como su expresión propia.
¿Quienes Eran Los Sofistas?
La Retórica:
Eran maestros de enseñanza superior, la cual surge precisamente con ellos.
Sus
clases versaban sobre los temas más diversos, podríamos decir que no
había especialización, sino más bien una cultura general, pero orientada
hacia un objetivo específico:
La
formación del orador, pues el hombre político es el que tiene un juicio
prudente, bien fundamentado y comunicado con oportunidad y de manera
convincente.
Por otra parte, los sofistas tuvieron una gran admiración por:
a) Los poemas homéricos, a los que consideraron como una enciclopedia de todo el saber.
b) También apreciaron a Píndaro, Teognis y Solón.
Ellos, trabajaron escolarmente la poesía griega, buscando una comprensión didáctica de sus contenidos y de su forma.
Hacían
ejercicios comparando personajes, o imaginando sus reacciones, u otras
variantes de los acontecimientos, ejercitando con ello no sólo el
lenguaje, sino también la comprensión y la imaginación: la ejercitación
del espíritu.
En la literatura supieron hallar una erudición histórica, geográfica, de costumbres, y aun de ciencias. Enseñaron:
La Dialéctica:
Podría llegar a definirse como “el arte de la discusión”, y se refería fundamentalmente a la consideración de una cuestión desde dos puntos de vista antitéticos:
Se
enseñaba a sostener con argumentación igualmente conducente el pro y el
contra, y el objetivo era triunfar en cualquier discusión posible.
Es “el arte de hablar”, de persuadir mediante la palabra, y tenía una varias veces centenaria tradición en Grecia.
La aritmética, la geometría, la armonía y la astronomía: bajo el nombre genérico de mathemata (ciencias, conocimiento) fueron incluidas por los sofistas en la educación, y no a modo de ejercitación formal del espíritu, como las tres disciplinas anteriormente mencionadas -que con el andar de los tiempos constituirán el trivium-, sino como conocimientos teóricos valiosos en sí mismos, a partir de los estudios de la escuela pitagórica. Más adelante, en el cuerpo de las siete artes liberales, serán el quadrivium.
Sin embargo, durante el siglo V su dominio se torna necesarísimo para el desempeño en las instituciones de gobierno.
La Mnemotecnia:
También fue importante la mnemotecnia, la ejercitación necesaria para que el joven aprendiese de memoria su discurso.
Mathemata (ciencias, conocimiento):
La aritmética, la geometría, la armonía y la astronomía: bajo el nombre genérico de mathemata (ciencias, conocimiento) fueron incluidas por los sofistas en la educación, y no a modo de ejercitación formal del espíritu, como las tres disciplinas anteriormente mencionadas -que con el andar de los tiempos constituirán el trivium-, sino como conocimientos teóricos valiosos en sí mismos, a partir de los estudios de la escuela pitagórica. Más adelante, en el cuerpo de las siete artes liberales, serán el quadrivium.
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